EL MANUAL DEL KAMINANTE (4)

Por el Ven. Sat Arhat Domingo Días Porta



Capítulo 4 ANALIZAR
E s t e - S u r - O e s t e - N o r t e
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4.I CULTIVA EL RECUERDO DE LA VIDA ETERNAL

No uniformar sino diversificar. Cada quien tiene derecho a su auto-realizacion, en vez de repetir como loros o cassettes las ideas de otros o las doctrinas escritas. Los conocimientos ajenos deben enriquecer nuestra creatividad, no adormecernos.
¡La alegría de vivir es la consigna! La vida es demasiado corta y azarosa para complicarla con actitudes deprimentes que en nada nos benefician ni preparan para el Vuelo del Águila luego de la Danza con la Muerte, actitudes que ofenden al Dador de la Vida, a nuestro propio ser. "Debemos ser constructivos en todo, destructivos en nada", enseña el Avatar; esa actitud creativa, feliz, armoniosa, siempre en Yug, es el escudo del Guerrero espiritual, del Caminante por la Ruta de Liberación, pues incrementa la energía interna, la moral del combatiente.
La verdad se recibe mediante la intuición, visualizando imágenes. La razón se ahoga en el mar de las palabras. Realizamos nuestra esencia más rápidamente procurándola en el conjunto cuerpo-mente, dualidad no antagónica (en su propósito original, que comúnmente se ha desvirtuado, pues se cree que el cuerpo obstaculiza o se opone al espíritu). Todo cuanto existe está pleno de sabiduría, aún los deseos, ilusiones, impurezas. "Para el santo todo es santo, para el puro todo es puro, para el sabio todo es sabio", enseña el Avatar.
La mente trabaja con imágenes, no con palabras, y es allí, en las imágenes acumuladas en la mente desde la niñez, y las que se traen de la vida anterior, donde se centra el trabajo de purificación y meditación. Como lo indica el Maestre Avatar, el trabajo del maestro hacia el discípulo consiste en despertarle el recuerdo de la vida eternal, es lo que le transmite, más que un cúmulo de conocimientos que recargan pesadamente el cerebro; se trata más bien de aligerar el peso del espíritu, entregando algunos datos y más que todo orientaciones, estímulos para la auto-Realización. Ese recuerdo de la vida eternal implica la imagen perfecta, el arquetipo originado en la mente cósmica, perfectamente depurado de las adherencias de las edades, recuerdo primieval que está archivado en nuestra memoria ancestral. He allí delineada la Alta Iniciación, que floreció en las grandes culturas de la Antigüedad, en los momentos cuando la sabiduría guió el destino de los pueblos y no la ambición de acumular posesiones.
Es preciso entender la naturaleza de la Energía pura y su refracción en un arcoiris de energías menores a partir de las correspondientes a las 4 Direcciones del Espacio y las 4 del Tiempo; la naturaleza del ovillo luminoso (la estructura de los 72.000 nadis en el llamado "cuerpo astral"), las funciones y secreciones del llamado "cuerpo físico"; el arte de ensoñar. Meditar en la transitoriedad de esta vida, en el sufrimiento de permanecer en la ignorancia acerca de nuestro destino real, en el privilegio de haber nacido como humano y discípulo de la Luz espiritual, en la entrega total del corazón y no de un pedacito, al Gran Sendero de Liberación, en la compasión y bondad hacia todos los seres.

4.II EL CAMINO HACIA LA LIBERTAD

La Liberación es un doble proceso: liberarse de... (vicios y defectos, todo cuanto nos obstruye internamente, nuestro enemigo oculto) y liberar a... (potenciales creativos, facultades, virtudes) (el amigo interno). La Liberación es el proceso que lleva a la LIBERTAD. Libertad no es hacer lo que nos da la gana (que es lo contrario: dejarse llevar por impulsos ciegos, influencias ambientales, publicitarias, conceptos de otros, etc.), implica deberes, y no choca con el destino, se complementan. Destino es el ejercicio de la libertad.
"Soy libre y a la vez esclavo de la misión que yo mismo me he impuesto", escribe el Avatar en una de sus cartas. Estado supremo de libertad: "Que se cumpla Tu Voluntad, no la mía". Es la disolución de las barreras que nos separan mentalmente de lo Eterno e Infinito, del estado indiferenciado. Es hacer que esa dualidad, Tu y yo, vibren al unísono, que coincidan el alma individual y el Alma Universal; es aprender ese otro lenguaje del Verbo Eterno. Es librarse del egoísmo, consecuencia del miedo padre de todos los miedos: el miedo a la muerte. Es romper de una vez por todas con el espejismo mental, los conceptos heredados de la sociedad de los adormecidos, con su ciencia, su religión, economía, alimentación, etc., para dormidos. El humano actual pareciera ser aún como feto, estar en gestación hacia su plenitud, vivir a medias en cuanto a sus posibilidades; a ese estado fetal lo llama progreso y civilización, donde la libertad no pasa de ser una aspiración lejana, una utopía, el sueño febril de un loco.

4.III NATURALIDAD

Más que espiritualidad (concepto tergiversado y confuso por las interpretaciones que le dan doctrinas y doctrineros) debiéramos cultivar la naturalidad (un término no manipulado), la armonía con la Naturaleza, la aceptación de la Obra del Creador. Sin esfuerzos neuróticos, manteniéndose natural, flexible, adaptable, podemos deshacer las ataduras mentales y alcanzar la Liberación. Contemplar el cielo azul, el espacio vacío, el horizonte, cada día un rato, nos facilita derribar los muros mentales como un paso hacia la Iluminación.

4.IV DESHACE LAS ATADURAS KARMICAS CON AMOR

Quien oye chismes pasivamente los acepta y por tanto asume una gran responsabilidad (como el chismoso también), que lo coloca ante tres caminos: se pone de parte del dedo acusador, o del acusado, o se lava las manos como Pilatos. Cualquiera de esas decisiones traerá sus consecuencias kármicas. Lo correcto es no abrir los oídos ni el corazón a quienes hablan por la espalda, suplicándoles claramente hacer comentarios constructivos y en todo caso dirigirse al acusado para ayudarle en vez de tratar de desacreditarlo y arrastrar a otros. Ni situaciones ni personas deben manipularse.
Mejor aconsejar al afectado, mantener siempre una actitud constructiva ante cualquier experiencia. Evadir al chismoso como una plaga, una mente confundida , que no capta el sentido de la perfección universal, o bien orientarlo para que se cure de su trastorno emocional; así evitamos el contagio; si consideramos que tienen razón sus acusaciones, insinuarle buscar una solución armoniosa. Otra cosa es el deseo innato en el ser humano, de conocer nuestra realidad y la de los demás para ahondar en el ser, en el sentido de la vida. Para ello, los comentarios e informes deben estar exentos de crítica destructiva, ironía, burlas, desprecios, etc., que distorsionan la realidad, sin dejarnos un conocimiento psicológico que nos facilite las correctas relaciones humanas.
Comentar chismes positivos del ausente (sus cualidades, logros, etc) actúa como telepatía positiva, una magia blanca: el aludido recibe ondas mentales estimulantes, al contrario de las maledicencias, que lo hunden. Además, ese hábito de pensar y hablar bien de los demás, transforma a quien lo practica y le atrae influencias favorables a sus propósitos en la vida. No hay persona ciento por ciento mala, ni el más perverso llegaría al cincuenta por ciento. Entonces, si amamos la verdad y nos sentimos responsables ante las tragedias humanas, por un defecto que veamos en alguien, reconozcámosle dos o tres de sus virtudes, y así hagámoslo saber al quejumbroso. ¡Ese es el lenguaje de la verdad! El de la mentira sólo ve el mal.
La falta de amor es el arma de la magia negra; ensombrece el aura de quien incurre en esa falta ante Dios y el Supremo Tribunal ("El Tiempo", "Saturno") , al único que le corresponde juzgar, los Señores del Karma. "No juzgues para que no seas juzgado, no veas la paja en el ojo ajeno sino la viga en el tuyo, no apedrees si no estás limpio de culpas". Así es el Camino Crístico.
El chismoso se comporta como un enemigo que sabotea el trabajo del grupo al hablar por la espalda, como un enfermo mental obsesionado por el mal que le rodea, se cree impecable y a los demás inferiores a él. Tratarlo con cuidado.
Quien acusa a otros de sus errores y fracasos manifiesta un sentimiento inconsciente de culpa, que se disfraza con el papel de víctima, y una incapacidad de tomar las riendas del destino en sus manos. Quien acepta su propia culpa manifiesta responsabilidad y capacidad de autotransformación, y transmite este sentimiento positivo a quienes le rodean. Este gana aprecio, aquél desprecio.
El chisme es magia negra. No comprometerse con chismosos, mantener cierta distancia; nada bueno buscan trabajando en la sombra. Quien procura la Iluminación procede noblemente. Se insiste en este tema, porque muchos grupos espirituales han sido destruídos, anulados o debilitados por los chismes, y muchos buscadores han perdido su energía interna, su anhelo de superación, su buena voluntad por haberse dejado llevar por las maledicencias, o por haber sido atacados con saña por sus supuestos camaradas. Cuando un error se reconoce no se incurre más en él. "Es de humanos el error, es de sabios el rectificar": sabio no es el que no comete errores, sino aquel que al cometerlo rectifica, se corrige, no incurre más en él (o si incurre sin quererlo, viene atenuado por su "propósito de enmienda"); con sus siguientes errores aplica la misma estrategia, así los errores en el sabio se van haciendo cada vez más sutiles hasta pasar a la franja del bien, de la virtud, del acierto. He allí la impecabilidad tolteca.
Cuando se considera que la conducta, actitudes o experiencias de alguien lesionan o afectan la unidad, moral o tranquilidad del grupo o de otros: lo correcto es, en vez de denigrar de aquella persona, acercársele a través de un amigo, o alguien de confianza de la misma, o del responsable o representante del grupo, con respeto, para ofrecerle apoyo si lo necesita, informarle de la inquietud de otros, pedirle una explicación, darle sugerencias.
Si aquél no acoge la amistad que se le brinda y persiste en su acción, enviarle una delegación del grupo, dos o tres personas, que le presionen en un tono más exigente, sin amenazas. Si no hace caso, citarlo por escrito a una reunión con la directiva del grupo para buscar una solución y tomar un acuerdo definitivo en bien del grupo. Si tampoco responde adecuadamente, convocar el grupo a una asamblea para ejercer una sanción adecuada después de oír pros y contras (la defensa y la acusación, como exige la justicia) y pensando no en condenar sino en orientar, enseñar, sentar precedentes de respeto, cicatrizar heridas, armonizar, dejando siempre la puerta abierta a la reconciliación, al perdón, a la superación y cambio de conducta del afectado.
Una terapia correctiva para el bien individual y grupal, basada en la justicia iniciática, que es equidad y no tribunal.

4. V CON ACTITUD FIRME APOYA EL DESPERTAR DE LA NUEVA HUMANIDAD